EL BLOG ESTÁ PASADO DE MODA

Me levanto más constipado de lo normal y preparado para pelearme con la cafetera por decimoquinta vez esta semana (Ya sé lo que le pediré este año a los Reyes Magos de Oriente). Y entonces, mientras me ducho añorando mi querido “Moussel” que ha sido sustituido a traición por un gel de esos de avena o almendra o qué sé yo, resuenan otra vez en mi mente toquera (que viene de TOC), esas palabras de aquel compi con el que trabajé hace años, que en su día tuvo un blog muy chulo y que lo abandonó no hace mucho porque según él, no le daba la vida:

«Eso del blog está pasado de moda…».

Los cojones. No, eso no le respondí porque sabía que esa respuesta nos llevaría a rememorar un combate de cualquier «Wrestlemania» de los 90 en el que yo sería Hulk Hogan y él «Mr. Perfect». Pero lo que sí hice, fue ponerle mi mirada de rayos. Bueno, más bien fue una burda imitación de la mirada de rayos de Vane, mirada inigualable y que todo sea dicho acojona mucho,  pero os aseguro que la mía oye…pues ni tan mal.

Llevo casi 7 años escribiendo en este rinconcito y gracias al blog, he conseguido un sinfín de cosas. El blog es un fiel amigo de aventuras y desventuras paternales, mi lugar donde poder explicar tanto mi última rayada monumental con los niños, cómo decir sin tapujos que la serie “Daredevil” en Netflix me parece más aburrida que “El acorazado Potemkin”. 

Exacto, puedo escribir de lo que quiera y cuando quiera y lo que es mejor: Puedo compartirlo con todos vosotros. Y si bien llevo dos años que aparezco por aquí menos de lo que me gustaría debido a libros, podcasts, dispersiones y distracciones, el blog nunca falla. Siempre ahí, en su sitio, dispuesto a recibirme con alegría a mi y a mis dedos de hobbit.

 Y es que conseguir cosas, nuevos sueños, trabajos, objetivos o metas, evolucionar, reinventarse, pasar de pantalla y toda esa mandanga está muy bien, pero si eso te lleva a elevarte unos centímetros del suelo mientras de paso, olvidas tus raíces, el punto de partida o algo tan obvio como el porqué empezaste a escribir en un wordpress, blogspot o blogger, pues es un problema. 

Hace tiempo que tengo la sensación que a los ojos de mucha gente (tanto si han tenido un blog y lo han dejado por lo que sea como, si nunca se han puesto delante de un ordenador a escribir porque ven el mundo bloguero algo de 2ª), se nos mira por encima del hombro o con cierta condescendencia. Escritores de segunda, obsesivos del “like”, esclavos del SEO, adictos de los “stories” de IG y que ya puestos, no dudariamos ni un segundo a vender a nuestra madre por una maleta “Trunki”. (No, yo no vendí a mi madre por una “Trunki” pero si lloriqueé mucho, lo reconozco). 

Neuróticos que solo sabemos hablar de nuestros hijos, con el ego del tamaño de Japón y ejerciendo nuestro «deporte nacional» a todas horas:  Lloriquear a las marcas para que nos regalen cualquier cosa y de paso, nos inviten a eventos molones con muchos canapés que llevarse al buche. 

Los cojones…y ya van dos. Bueno 4. Vale, chiste fácil, lo siento…

A ver, no os negaré que como me encanta decir siempre en cualquier situación: «En el barrio, hay de todo”. Es decir, en la blogosfera hay de todo. Pero también deciros que a mi entender, un blog de crianza es oro puro para un sinfín de madres y padres que buscan (buscamos) respuestas, compartir sueños, preocupaciones y miedos. Muchos blogueros se pasan horas escribiendo y escribiendo, generando contenido como si no hubiera un mañana porque se desahogan, porque se dedican profesionalmente a ello o quieren hacerlo y sobretodo,  porque es su pasión.

Así que no amigo, el blog NO está pasado de moda. Y tú, que un día nos emocionaste a todos con el tuyo, quizás deberías volver a ponerte a escribir. 

Sí, eso sería genial.

¿No crees?