Cuando eres padre, no hay peor sensación que la frustración. Y es que, poco importa que lleves ejerciendo la paternidad desde hace 8 años, te hayas empapado de charlas y libros (bueno, te los han explicado) y hayas aprendido (teoricamente) un montón de cosas intentando dar lo mejor de ti. Siempre acabas llegando a la conclusión que no das con la tecla adecuada, que te queda mucho por aprender y que la palabra frustración sobrevuela tu alocada cabeza en más ocasiones de las que querrías.
Para más inri, te sientes muchas veces como el último mono y eso no te mola. Por muy entrañable que te parezca el animal en cuestión, por muy simpática que ta parezca la mascota Coco de los «Choco krispies» (talibanes del antiazúcar no me troleéis) y por muy fan que seas de las películas de los simios, las antiguas, las nuevas e incluso la de Tim Burton.
Y es entonces cuando vuelve la frustración. Una vez más y ya van muchas…
No nos engañemos, la frustración es una puta mierda y gestionarla aún más. Porque si ya de pequeño era un sentimiento muy «compañero de fatigas» tuyo, si ya cuesta gestionarla en tus hijos, pues cuando aparece en ti, en el padre, en el adulto y ya sea en lo profesional como en lo personal…pues no mola nada. Y entonces, te cagas en todos esos cuentos de emociones que ayudan a tus hijos a reconocer y gestionar sus sentimientos…pero y a ti?
La frustración suele llegar cuando ansías mayor vínculo con tus hijos y no sabes como conseguirlo, cuando quieres mayor relación con ellos, cuando ves que en ocasiones, eres el villano de la película y no precisamente molón (ya sabemos que hay malos que molan), cuando no das con la tecla de una puta vez por todas, cuando te sientes un «0» a la izquierda…
«Frustración» en serio, lárgate un tiempo de mi vida. De paso, dile a tu amiga «alegría» que se pase más a menudo por casa, ok? Y ya puestos, que se venga Coco de los «Choco krispies» para echar unas partidas a la play, que siempre me ha caído bien.
Y que traiga cereales, que nos hemos quedado sin…
Muchas gracias.
Echaba de menos leerte. Me siento identificada, ya sabes,y yo también quiero que venga alegría..
Gracias por escribir así.
,😘
Es exactamente como me siento y no sabía ponerle palabras… Madre de 3 hijos de 11, 7 y 1 año.
Ctrl + Alt Suprimir. Eso debería hacer nuestro coco con la frustración.
¡Hombre ya!