¿QUÉ QUIERES SER CUANDO SEAS MAYOR?

Bombero, arquitecto, panadero, actor secundario, ingeniero o community manager.

Y dale con la preguntita. Lo reconozco, muchas veces se lo he preguntado yo, otras el mundo entero. Un oficio, una profesión, un trabajo, un «algo». Algo como el padre de Javier, que trabaja en la tienda de cómics, o el de Aroa, que es bombero y salva vidas cada día, o el de Pau que os aseguro que vende el mejor pan del barrio. O quizás como el vecino del bigote que se parece a Groucho Marx y que trabaja de noche en un hotel de esos en los que se ospedan Shakira y Piqué, o como José, con sus churros calentitos de buena mañana y su enorme simpatía, o como Gerardo, que trabaja de contable en una empresa de esas chachis y le falta tiempo a decir que trabaja allí.

Como en aquel cuento de los oficios, aquel juego a la hora del recreo, como en el título de aquella redacción, com en «Los pitufos».

Carnicero, actor porno, coach, camarero o vendedor de rolex falsos a domicilio.

Quizás hoy se lo he vuelto a preguntar al verlo alucinado viendo «Jurassic World», y me piense que quiera ser paleontólogo, director de cine o trabajar en un Zoo, ya puestos el de Nueva York. O quizás con algún amiguito de su clase al jugar en el patio buscando tesoros, imaginen ser Jack Sparrow para cuando sean más grandes, preferir ser capitanes de un cruzero, pescadores o piratas informáticos. O a lo mejor haya visto por la calle los de «parques y jardines» y quiera cuidar todos los parques de la ciudad, ser guarda forestal o vivir en un cámping los 365 días del año. Quizás sea de la clase de “Las albondigas” y quiera ser cocinero. Quizás sea de la clase de “Los policías” y quiera ser policia…o quizás ladrón.

Informático, ilustrador, trabajor en una fábrica de bolis o maquillador en servicios funerarios.

Quizás esta vez se haya detenido en mis libretas llenas de anotaciones con esa mala letra que por desgracia ha heredado de un servidor y entonces en vez de preguntarse en que trabaja su padre, en vez de preguntarme cada semana: «Has encontrado trabajo?». Se dé cuenta que todo eso…es un trabajo. Aunque que quiero, si yo soy el primero en preguntarle que quiere ser cuando sea mayor, en vez de preguntarle: ¿Qué es lo que más amas?

Es bonito soñar con hacer algo en este mundo que amas, que lo llevas dentro, en el corazón, en las entrañas. Es increible poder llegar a hacerlo. Me atrevería a decir que eso, es lo mejor del mundo. Sin embargo, somos personas, no oficios, trabajos o profesiones. Y nuestros hijos hagan lo que hagan, seguirán siendo ELLOS, al igual que YO seguiré siendo YO. Sea escritor, vendedor de juguetes, entrenador personal o gigoló.

Yo soy Carlos Escudero y cuando sea grande sabéis lo que quiero ser?

Lo que soy ahora, pero con una nariz más bonita.

Escritor, químico, frutero, azafato de vuelo…

Persona, sí, eso está mucho mejor.