De reojo.
Lo miras de reojo. Te da miedo cogerlo, tocarlo, palparlo. Te sientes como si con 16 años te hubiese pedido una cita Kelly Le Brock o Kim Basinger. Vuelves a mirarlo de reojo…es precioso. Cariño y respeto. Eso es lo que sientes cuando miras el premio.
Eres incapaz de mirarlo de cara, de manosearlo, de fijarte en los detalles, de ponértelo en la cabeza como hacen los futbolistas cuando ganan «La Champions», de decirle algo así como: «Te quiero y gracias».
Has ganado el premio «Padresdera» en los Premios Madresfera en el «blogger’s day» y no, aún no te lo crees.
El «blogger’s day» de Madresfera es el día que tienes marcado en rojo en la Moleskine desde hace meses. El día señalado, el de los achuchones, las desvirutalizaciones, los abrazos, las risas y los lloros. Sigues escuchando los premiados, pero esta vez encima de una nube. Le envías una foto a tu mujer. No te lo crees, y entonces…todo el mundo te felicita. Todos. Te abrazan, te dan cariño y te animan a que sigas el camino, te dicen que no te relajes y que estés tranquilo, y que si te pierdes, allí estarán ellos para ayudarte con la mochila cuando pese. Y además te dicen: «Te lo mereces».
Y entonces tú, que siempre soñaste ser Debra Winger del film «Oficial y caballero» a la que Richard Gere iba a buscar al trabajo, la cogía en brazos y se la llevaba mientras sonaba el «Up where we belong» de Joe Cocker y todos le decían: «Te lo mereces!», te acuerdas de la preciosa escena, y no sabes si te lo mereces o no, pero lo que si sabes es que en esos precisos instantes…te sientes como la preciosa actriz.
Te sigue costando mirarlo. La coges una vez más y tu amigo Sem del blog Y yo con estas barbas inmortaliza el momento grabando los 60 (perdón 29) segundos más emocionantes de tu Instagram. Y entonces se acaba el evento y ya estás echando de menos a mucha gente, deseando que llegue el 2018, porque eventos como el «blogger’s day» nos hacen a todos mucho más felices.
Mucho.
Por la noche, después de bocadillos de calamares con los muchachos y mojito en karaoke, te bajas toda la Gran Vía de Madrid solo, pensando en la blogosferfa, en Madresfera, en Papás blogueros, en tus hijos, tu mujer, tus amigos, y en lo apasionante que está siendo el camino, en lo afortunado que eres teniendo los compañeros de viaje que tienes.
Llegas al apartamento y lo sacas una vez más. Lo miras de reojo, esta vez te atreves a sonreirle y todo. Lo guardas.
Te da que durante semanas, quizás meses, seguirás mirándolo…de reojo.
Y el camino sigue, porque como diría el Freddie Mercury de esa camiseta tan molona que llevabas debajo de la sudadera roja en el «blogger’s day» y que te da tanta buena suerte siempre: «El show debe continuar».
Vamos allá pues.
Dale gassssss, maifrend, porque como dice el rubio… -«¡Esto no se paraaaaaa…!»- 😉
Dale gas Sem!!!! Ya tú sabes! 😋😋😋 Abrazos majo
Es muy muy merecido y entiendo esa relación de amor que tienes con tu trofeo (te faltó morderlo como Nadal) Me quedé sin conocerte, la verguenza es lo que tiene. Nos vemos en el mbday18!
Te lo mereces 🙂 ¡Ahora a seguir por ese camino!
Felicidades, un premio muy merecido.
Enhorabuena, pude ver cómo estabas en esa nube en la que apenas creías lo que estaba pasando, te lo mereces, un besote!!
Qué bonitas palabras y qué emotivo!! Felicidades por el premio y por lo bonito que te pasa en la vida!!
A seguir luchando!
No te voy a decir que te lo mereces, porque ya te lo han dicho y te lo he dicho. Solo sé que es tuyo, que es tu tesoro, y que a partir de ahora todo va a molar más. O no. Pero, una vez más, enhorabuena