Crianza, Martí y Mario

CONTIGO MENOS

Comida en un chino. Sí, para mis hijos ir  a un chino es lo más parecido a ir a Disney World, solo que en vez de Mickey, hay “fritanga”. Poca gente, ambiente entrañable y el jefe excesivamente amable con nosotros pero a la que nos da la espalda, sus gritos retumban por todas las paredes de la cocina. No, me da que él no es tan entrañable como sus rollitos. ¿La comida? Pues somos poco originales y  vamos directos al  “caballo ganador”: Rollito de primavera (aunque sea verano), arroz 3 delicias, pollo almendrado (ojo, no bolitas de pollo) y tallarines con salsa de ostra.

Momento sobremesa. Mario se está acabando su amado arroz (creo que si por él fuera, se alimentaría solo de arroz), nosotros estamos con el café “contundente” que diría Juan Echanove,  sí, esos cafés que tanto adoro, y Martí con el móvil jugando al juego “World chef”. Se ve que tiene su propio restaurante que se llama“El Martí” y me asegura que es todo un éxito. Vanessa y yo empezamos a hablar de crianza, como no. Y hablamos de cuando Martí era un bebé, y  ella me insiste en que  la cagamos en algunas cosas los primeros meses de paternidad. Yo le quito importancia, sonrío y le digo que Martí es feliz, que no se ralle, que eso es lo importante. Y entonces, en una de esas vaciladas, momentos estelares o como le queráis llamar, me endioso, como el que sabe perfectamente que va caer «cara» al tirar una moneda al aire o como el que sabe que se jugará el último tiro y la pelota entrará a canasta. Y  le pregunto a mi hijo:

“Martí, ¿eres feliz?”.

A lo que él me responde:

“Sí soy feliz, pero contigo menos… porque te enfadas siempre”.

Contigo menos. Buff, ¿no suena muy bien, verdad? Ya podría haberle preguntado qué es lo que más le gusta del verano, si la comida estaba buena o cual era el último chef que había fichado en su restaurante… ¡mierda!

A los ojos de mis hijos, yo soy el que siempre se enfada. El cascarrabias, el mal-humorado, el chungo, el puto Mr Scrooge…y  no les falta razón. No me voy a justificar, la verdad. No voy a  escribir un post diciendo que claro, que soy muy nervioso, que estoy saturado, que estoy a menudo solo con los niños..bla, bla, bla. El discurso ya me aborrece, me cansa, de verdad. Que pesado soy, ¡joder! Tampoco voy a escribir un post dando pena y que todo el mundo saque el «kleenex» mientras me dicen que lo hago bien, que soy un «superpapi», un “padrazo” y que hombre, ¡todos somos humanos!

Lo hago como el culo, con la mejor de las intenciones, con el corazón en la mano, y con mucha ilusión…pero como el culo.

En esta película lo más fácil es decir  que tu papel es ser el “malo” de la peli y ya está. Te ha tocado ser el villano, el mafioso, el asesino o el cabrón. Y a otra cosa mariposa. Pero no…

Salí del restaurante chino con la sensación de que a pesar de los 6 años que hace que soy padre, que tengo varios blogs y que he hecho varias charlas sobre crianza… no tengo ni puta idea. Me queda mucho camino, mucho por aprender, muchas sobremesas, y muchos cafés contundentes.

Los niños ven a sus padres como héroes, y aun cuando mi hijo me ve como Superman,  pero rollo el de la barra del bar en “Superman 3” (¿os acordáis de la escena?), espera que alce el vuelo, porque me da que hay un nuevo villano en Metrópolis y porque lo más importante: Tanto su hermano como él, siguen creyendo en mí.

Lo dije hace tiempo, los héroes son ellos, que no tienen rencor y son solo amor. Incluso cuando nos recuerdan que lo podemos hacer mejor, mucho mejor.

Pequeños héroes sin capa y con restaurantes de éxito.

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8 comentarios en “CONTIGO MENOS”

  1. Me ha encantado. Me he reído y me ha gustado mucho lo natural que lo cuentas. Como yo digo: Eso por preguntar 😂. Así sin anestesia ni nada jejeje. A veces su sinceridad mata, aunque es también su mayor virtud. Sigue así Superpapi 😉

  2. Uff! Carlos, me siento totalmente identificada con tu escrito, yo también lo hago como el culo a diario. ¿Sabes qué me preocupa? Que cuando piensen en un futuro como fue su infancia, y miren hacia atrás, recuerden a una mamá que a pesar de haber estado siempre con ellos, me recuerden enfadada casi siempre 😦 y eso me entristece mucho.
    Y ¿sabes qué no me preocupa tanto? Saber si son felices, porque estoy segura de que lo son, los miro, los observo, sus caritas reflejan su felicidad a través de sus sonrisas… Hacía tiempo que no te leía, y me ha alegrado hacerlo, creo que necesitaba ver que no soy la única que se siente así …gracias por escribir este post.

  3. Ay Carlos, poca gente habla del día a día de la crianza, ese en el que no eres un padrazo, una supermamá. Oye, además que diga que «contigo menos» no quiere decir para NADA que no sea tremendamente feliz o que te convierta en el malo de la película, vamos que puede ser felicisisisisimo pero es que con la madres es LO MAS (aunque va a día, que desde que su padre juega a NinjaGo valeria me ha cambiado vilmente y dice ahora que él es su favorito para que se quede con ella) En fin, que siempre miles de abrazos y que tenemos que quedar 🙂

  4. Zas, en toda la boca!!! Hay que ver estos niños cómo son… Sinceros hasta dar cosilla. No te voy a decir que lo puedes hacer mejor porque eso ya lo sabes y te lo recuerdan con amor del duro tus hijos. Pero oye, que yo estoy rollo positiva y justo hoy escribía en el blog de Bloggers & Family y en mío de Hay que ser positivo que… LO ESTÁS HACIENDO BIEN. Tú pásate que me da que te va a gustar 😉

  5. Me he sentido muy identificada con tu escrito y también creo que aunque la caguemos somos héroes por querer hacerlo siempre un poco mejor (o eso intento) . Nada como la sinceridad infantil para darnos un baño de realidad

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