Crianza

CARTA AL NIÑO QUE UN DÍA FUE BEBÉ

Querido niño que un día fuiste bebé, ante todo pedirte disculpas. Los adultos a veces por ignorancia, falta de memoria, poca empatía o incluso estupidez, podemos llegar a ser muy, pero que muy desagradables.

Sí, hubo un tiempo en el que eras el centro del universo, el rey del baile de graduación, el alma de la fiesta. Tus ojos apenas veían bien y tu ombligo aún no se te había secado, que ya tenías  a 10.000 personas que se peleaban por ti, por cogerte, y ya de paso jugar a  “la bola loca” contigo. Querían fotos, besos y contaban las horas para poder achucharte. Tus padres iban por la calle y eras una celebridad. En cada esquina, gente variopinta te decía cosas, te ponía caras, te tocaban sin apenas conocerte, y les faltaba tiempo  para soltar  sin ningún tipo de pudor a tus amados progenitores,  esas frases  que por suerte, nunca entenderás: “ojalá se quedaran así para siempre”. “cuando son así te los comerías, y cuando crecen te arrepientes de no haberlo hecho”.

Menudo gilipollez, ¿verdad? Sí, lo sé, digo muchas palabrotas y tus padres te habrán dicho un millón de veces que no digas palabrotas y llego yo, te escribo una carta, y me cubro de gloria, pero en serio: Son gilipollas.

Y entonces mira tú por dónde, te haces grande, y pasas de los pañales a las rabietas, de las monerías al “quejarte por todo” y del  gateo a subirte a los arboles rollo Mowgli.

Eres un niño querido niño. ¿Y sabes una cosa? Eso es maravilloso. Y entonces no entiendes porque demonios de la noche a la mañana,  dejas de hacer gracia, dejan de cogerte, ya no vienen a verte. Ya no hay colas, ni achuchones,  ni juegos.  Ahora eres un pesado, un plasta, ya no hay monerías y ahora que si que podrían jugar contigo a “La bola loca”, prefieren ir a hacerle achuchones a tu hermano, al vecino del 4º 1ª o cualquier bebé del mundo entero. Ya no se hacen fotos contigo, ya no se te acercan medio metro haciendo el tonto para que te rías, ya nada de nada.

Precisamente ahora, que ves con ojos de búho este mundo, que tienes un millón de preguntas que necesitan respuesta y si puede ser lo más rápido posible. Precisamente ahora, que poco a poco comprendes lo que te pasa, lo que sientes, lo que ocurre a tu alrededor, poniendo palabras a sentimientos, sensaciones, acciones y vivencias. Precisamente ahora que necesitas explorar, soñar, precisamente ahora que el mundo está a tus pies…fíjate tú, precisamente ahora  que eres un niño.

Todas las etapas del ser humano son maravillosas, y posiblemente la etapa de niño de las que más.

Querido niño que un día fuiste bebé, no se lo tengas en cuenta. A veces por desgracia, el ser humano es así. Tú a lo tuyo, sigue jugando, sigue saltando de liana  en liana, sigue liándola en la sección de chuches del supermercado,  sigue preguntándote porque los perros no hablan o de que está hecha la sangre, sigue comiéndote el mundo…porque sabes una cosa: Ellos se lo pierden.

Y sobre todo y ante todo…sí, sigue siendo un niño.

Foto: Elena Sabidó de niña.

elenasbdo2

Anuncio publicitario

4 comentarios en “CARTA AL NIÑO QUE UN DÍA FUE BEBÉ”

  1. Es un esfuerzo constante y consciente para los que somos padres de dos, atender al segundo, que lo necesita, sin descuidar al primero, que lo exige. Y a nadie le gustan las exigencias, ni al que las hace ni al que es exigido, pero no olvidemos que si tienen que exigirnos atención (juegos, fotos…) no es que sean malos y traten de llamarnos la atención: es que lo estábamos haciendo mal y les estábamos descuidando! (Y que un niño que pide la atención que necesita es un niño asertivo y, por lo tanto, será un adulto bien educado.)

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s