Crianza

COMO EL CULO

Martí  y Mario se acaban de leer todo el blog de su padre “Un papá como Darth Vader”,   desde el primer post hasta el último. Éste, hace años que no escribe en el blog.

Martí se está comiendo compulsivamente un bocadillo de jamón mientras se bebe una coca-cola, parece enfadado…lo está. Mario está pensativo, incluso como ausente, pero no está  ausente, ni mucho menos. Ambos llevan todo el día leyéndose el blog de su padre, entre pizzas, recuerdos, lloros y risas. Las clases han acabado, el verano ha llegado. Martí se irá de viaje con sus amigos a Praga, con “los muchachos” como le gusta decir a él y lo tiene todo preparado: Sus libros, su guía, su entusiasmo. Martí es así, se le metió entre oreja y oreja ir a Praga, estudiar periodismo y tener una moto como la del tito Fran, y lo ha conseguido. Lo que cuando era pequeño era “que Martí era un cabezón” como decía papá, está claro que era otra cosa…

Mientras, Mario se irá con su novia de camping por la costa, pero se irá más tarde que Martí y  cree que casi mejor, ya que el mes de Julio estrenan la peli de su director favorito, ese que papá lleva años echando pestes de él,  pero que por el contrario, emociona tanto a mamá y claro, no se la perdería por nada del mundo.

Martí tiene ganas de decirle algo a papá cuando venga, Mario le intenta convencer que no hace falta, que no toca y que aunque Martí tenga toda la razón del mundo, (que la tiene)…pues que da igual. Martí se acaba su coca-cola y mira el reloj como si se fuese a acabar el mundo, quiere que llegue papá ya y decírselo. Mario sigue pensativo, le suena el móvil, es Alissa, que le dice que ya ha comprado la nueva tienda de campaña  para cuando se vayan de camping. Mario sonríe y piensa que es una “ansias”, ya que quedan aún 5 semanas para irse, pero eso, precisamente eso, es lo que  más le gusta de ella, bueno, eso y por supuesto su mirada achinada, sus pelos rizados y nombre: Alissa.

Si mamá y papá hubiesen tenido un 3er niño y hubiese sido una niña, se hubiese llamado Alissa.

Martí tiene ganas de desconectar en Praga, se  va al día siguiente y no ha sido un año fácil.  La carrera con la que tanto había soñado está costando  y el “tiempo” que se ha dado con Lucía, también  está costando, eso es lo que más está costando, la verdad. Sin embargo, los dos se quieren con locura desde el primer día que se vieron…y ambos lo saben. Es cuestión de tiempo que vuelvan a estar juntos, es una evidencia y es lo que siempre les dice Mario, a él y a ella. Quien les iba a decir a Martí y Lucía que en un concierto del grupo musical de su hermano Mario, nacería ese amor a veces, tan complicado. Sí, porque Mario tiene un grupo de música y toca el bajo, y es que un día encontró en una vieja tienda el mismo bajo que su padre tocó cuando era joven y había vendido de segunda mano y no solo lo compró, sino que además, aprendió a tocarlo y formo un grupo llamado “Espagueti Western”,  y parece que empiezan a tener éxito. Mario cuando no ensaya, trabaja en una fabrica de Pilots…Siempre dice en broma que ha acabado allí por la locura de su padre con dichos «bolis», y siempre va lleno de Pilots, claro.

Cuando era pequeño le encantaba romper los Pilots. Ahora los fabrica.

Martí se pone a repasar la bolsa por decimoquinta vez por si acaso, no le falte nada. Coge una libreta y repasa la lista que no es la de Shindler, pero casi.  Mientras, Mario apaga el ordenador a la vez que las tripas le empiezan a sonar. ¡Hermanos! Toda la vida viviendo a ritmos diferentes: Uno ha acabado de comer y el otro empieza a tener hambre.

En ese preciso instante se abre la puerta: Son papá y mamá. Ambos saludan a “los niños”, papá lleva un postre de nata, le sigue mamá que no lleva ningún postre, pero si una sonrisa de esas que te dejan ciego. Besos y saludos cordiales entre todos, mientras Mario mira a Martí en plan: “no hace falta, de verdad”.

Papá deja la maleta, ha pasado de mochilas molonas a maletas «de viejo», él que se reía tanto de ellas. Cuelga el chaquetón mientras mamá pregunta  a los chicos como ha ido el día. Papá va directo a la nevera a dejar el postre para que no se deshaga, sale de la cocina y Martí  le dice a bocajarro:

“Papá, sí sabías que como padre lo estabas haciendo como el culo…y además lo escribiste, sinceramente: ¿Porque no lo hiciste mejor?”.

Papá y mamá se miran.

El móvil de Mario vuelve a sonar: Es Alissa otra vez, que le dice entusiasmada a Mario que ya tiene los sacos de dormir para el camping.

IMG-20151214-WA0064

Anuncio publicitario

6 comentarios en “COMO EL CULO”

  1. Carlos tus hijos estaran y estan super orgullosos de su papa.
    ¡A mi me hubiera gustado un papa tan molon como tu! ¡Te pido para reyes!
    Me ha encantado el post.

  2. Martí: tu padre hizo lo que pudo, chaval… Seguramente mucho más. Y seguramente la mitad de la mitad de lo que le hubiera gustado hacer. Dale unos años de abuelo, y empezarás a verlo de otro modo. A todos nos pasó.
    Saludos de un amigo desconocido.

  3. Yo creo que los dos se darán cuenta de que, aunque tu vieras que lo estabas haciendo mal (bajo tu parecer), lo hacías lo mejor que podías y eso ya es un mérito, que muchos papis pasan bastante de sus hijos.
    Saludos!

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s