Cada vez que alguien le dice a mis hijos (incluso mi mujer o un servidor), esa coletilla impregnada de veneno en forma de hacha, esas tijeras invisibles, ese picadura pero no de insecto y en forma de palabras…sí, me refiero al: “No llores!”…deberíamos recordad todos (yo el primero), que cuando se llora…pues es por algo, porque así lo sentimos, así lo necesitamos. Por no hablar de eso tan feo de “las lagrimas de cocodrilo”, que creo que se debe a que los cocodrilos necesitan hidratarse los ojos o algo así, nada más…y digo “tan feo” porque el concepto, la frase o como se quiera llamar, solo me sirve para los cocodrilos y no para los niños, porque entonces me enciendo y mucho…y ahí lo dejo, ok?
Sabéis una cosa…en mí casa lloramos mucho:
Mario llora cuando su hermano le hace la puñeta, cuando tiene sueño, cuando te dice millones de cosas que quiere, pero tú no logras entenderlo. Llora cuando en el “espai familiar” ve peligrar su Buzz Lightyear, bueno no es suyo, es del Martí, bueno lo reconozco: Es mío.
Llora cuando echa de menos a mamá, cuando le entra jabón en los ojos, cuando un servidor le quiere cambiar el pañal en el cambiador y él se pone modo: “Hulk” y prefiere saltar en la cama. También llora cuando se le cae una galleta del suelo, cuando papá le quiere poner la chaqueta y si por él fuera viajaría desnudo a Groenlandia, cuando se cae con la moto, cuando le duele algo, y a veces llora y no sabemos por qué.
Martí llora cuando el papa pierde la paciencia, cuando quiere ver el último dibujo animado después de decir a los 5 anteriores que era el último y sabe que toca irse a dormir, cuando se le pierde un muñeco Lego por casa, cuando tiene sueño aunque niegue tenerlo, cuando se cae en el parque o en el patio, cuando se apagan las luces y aparece la oscuridad.
Llora también cuando papá le dice que eso de comprar un gato no lo ve claro (bueno, en el fondo, se lo dijo de una manera más fea), llora cuando papá o mamá le hacen cosquillas y el Mario pedorretas en la barriga, cuando alguien le hace la puñeta y se le llama la atención a él injustamente, cuando se acaban las galletas Oceanic, cuando está cansado y dice eso tan gracioso de: “no puedo andar ni dos pasos más”, y papa no quiere o puede llevarle en la mochila(Sí, y por supuesto acaba llevándolo en la mochila). Lloró cuando le dijeron que su anillo de “linterna verde” no tenía poder, también llora en una mítica y ya entrañable rabieta, llora cuando uno de esos preciosos tesoros suyos, o sea, piedras, palos, hierros, y que se yo…desaparecen y no los encuentra, pero por suerte siempre, siempre tiene su mapa a mano, y claro, acaba encontrándolos.
Mamá llora cuando se discute con papá, lloró en el post-parto y aun llora por su parto, llora a solas, llora acompañada, llora cuando ve una injusticia por la tele, cuando lee un post de esos de partos de mamás que se te ponen la piel de gallina. Lloró en un concierto de Ana Torroja, o también llora en una peli de esas de “amor”, llora cuando está cansada, cuando nadie la entiende y ella hace todo por hacerse entender.
Lloró cuando su madre se puso tan mala, llora cuando ve a papá llorando, cuando llaman del banco, cuando “etiquetan” a sus hijos sin razón y cruelmente, cuando no la entienden por simplemente…ser mamá.
Llora cuando papá no pilla algo porque está en la parra, cuando alguien se cae de culo (es superior a ella), cuando papá le dedica un post.
Papá llora con la secuencia inicial de la película de “Up”, cuando le duele la muela esa que tiene con una caries del tamaño de Australia, lloró cuando se despidió de su abuelo y supo que podía haber estado mucho más tiempo con él.
Llora cuando se acaba el café en casa (metafóricamente, claro), cuando escucha según que canciones, cuando tuvo que despedirse de su compañera de trabajo Eva, cuando vio aquel video de aquel padre tocándole con una guitarra a su bebé a punto de morir el “Blackbird” de Los Beatles. Llora con los Simpsons, sobretodo en el episodio aquel del mono “Mollo”, con el final de “La vida secreta de Walter Mitty”, “Big fish” o “Manhattan”, lloró cuando David se fue para siempre con sus cómics y sus maravillosos dibujos, llora cuando ve a los demás llorar (sobre todo a mamá), cuando la caga con sus hijos, cuando ve aquella escena de “Austin Powers”, cuando está “a un pam de la gloria”, lo huele, lo palpa, está a punto, y entonces es que no…y llora.
Llora cuando corta la cebolla para hacer uno de sus platos estrellas…sí, garbanzos con cebolla.
Lloró con el final de “E.T” siendo un niño, siendo una adolescente…y por supuesto, siendo un adulto.
En casa lloramos por muchas cosas y no, no entendemos de cocodrilos…la verdad.
A mi también me da rabia y encima soy yo la que le dice la coletilla de «no se llora, no se llora»… Tiene casi 4 meses, todavía estoy a tiempo de quitármela… Más que nada porque pienso que cuando un bebé llora es por algo, y los niños también tienen derecho a estar tristes por lo que sea… Deben expresar sus sentimientos riendo, pero también llorando…
Odio esa frase a más no poder… con lo bueno que es llorar y desahogarse y encima… los más pequeños no tienen otra forma de expresar sus sentimientos y frustraciones y si no les dejamos jamás aprenderán a controlarlos… ¡¡¡qué bueno es llorar!!!
uys, por aquí también solemos llorar jejeje. Y admito que muchas veces he sido yo la que le ha dicho «No llores» y eso que también soy yo la primera que discute con todo el mundo para que no me lo etiqueten ni le prohíban hacer cosas de niños como tirar juguetes, protestar,revolver todo..o llorar. ¡que contradictorio!
Pues yo doy gracias d poder llorar y desahogarme, si no pudiese reventaría!!! Cuando me ganan los nervios o cuando me brotan los sentimientos. Es una válvula de escape junto a los abrazos y los besos.
¡Bravo!
Ay, en mi casa no llora nadie. Hemos salido así de insensibles. Pero claro, mi bichilla es muy bebé y algún llanto sí se le escapa. Reconozco que repito esta expresión sin para, pero sólo para hacerle entender que no pasa nada, que si se ha hecho daño, o tiene hambre, o sueño, no tiene que llorar que todo se solucionará. No sé si aun me entiende cuando le digo esto del no llores, no llores, no llores un millón de veces durante todo el día. Quizás debería cambiar de expresión, pero es que me sale sola.
A mi nunca me han dicho que no llore y estoy muy agradecida. Cuando me aguantaba las ganas de llorar, mi madre me decía que llorara un poco porque después me sentiría mucho mejor. Y era verdad. En mi casa nunca nos hemos aguantado las ganas de llorar y eso nos permite expresarnos, desahogarnos. Incluso nos solidarizamos: llora mi madre, después mi hermana porque mi madre llora y después lloro yo porque veo que ellas están llorando. Lloramos, nos sentimos aliviadas y acabamos riendo. Llorar te permite expresarte y te libera del peso que se te pone en la garganta y te hiere al tragar.
es que es una frase que sale como muy fácil… por qué no pueden llorar??? yo lloro y mi hijo no puede! o lo típico de: que sensible es! llora porque lo siente así al igual que lo hacemos los adultos!
Òstres, doncs a mi m’has fet plorar tu amb aquest post tan bonic!!!
Jo en tinc una de deu mesos i també em fa molta ràbia quan algú (normalment els avis) li diu que no plori. Odio aquella frase: «les xiquetes no ploren» com que LES XIQUETES NO PLOREN??? però com estem de malament!
Tampoc no soporto quan ma mare me pregunta: que s’ha portat bé?? Jo sempre li dic: clar que s’ha portat bé mama, però s’ho ha passat malament (o s’ho ha passat bé)… O simplement li dic: ella sempre es porta bé mama, som nosaltres qui ens portem malament per fer-la estar tanta estona a un lloc que no li toca!
Bé, hem d’anar traient-nos de damunt aquest tòpics a poc a poc, i amb publicacions com aquesta serà més fàcil. Gràcies!!!
Y yo lloro de emoción con este post! Pues claro que se puede llorar, los ricos también lloraban no?! :-p bromas aparte, tenemos las maldita frase tan interiorizada que a veces es inevitable. Solamente la justifico cuando no entiendo lo que me está diciendo, que le digo que cuando se calme me lo explique, pero mientras estaré a su lado para ayudarla a calmarse si me necesita. Será que no lloro yo veces!!!
qué gran post. Con tu permiso, lo comparto. Para que se borre del diccionario lo de las lagrimas de cocodrilo 🙂