CARTA DE UN PADRE PARA «EL DÍA DEL PADRE».

Esta carta va para vosotros Martí y Mario. Esta carta es para “El día del padre”.

No sé quién demonios  inventó lo de “El día del padre”: El Corte Inglés, el Dunkin Coffe o el padre Abraham de «Los pitufos»…Da igual quien lo hiciera, quiero que para este día en el que parece que los padres somos lo más y molamos mucho…pediros algo.

No os voy a pedir una «play 4», una tablet que lo flipas, el ansiado traje negro Antonio Miro con el que sueño desde hace años o una caja de bombones de esas “de luju”…no, para nada. Tampoco os voy a pedir la camiseta oficial del Barça con el nombre de Eric Abidal, ni esas manualidades tan bonitas que a veces me habías hecho para la ocasión,  ni el último libro de Stephen King, el C.D nuevo de Pink Floyd, o besos y abrazos hasta la saciedad. Ni una entrada para el fútbol, ni una colonia del demonio, ni una cena romántica con vuestra madre en el restaurante “Can Recasens” del barrio de Poble Nou de Barcelona…

Solo os voy a pedir una cosa, tan solo una, una cosa que es muchísimo, que quizás es muy egoísta por mi parte (joder si lo es). Os voy a pedir Paciencia…que tengáis paciencia con papá.

Paciencia para el padre mas imperfecto del mundo, para el que pierde la paciencia  con extrema facilidad, para el que todo se le hace un mundo, para el que siempre tiene 1000 dudas, para el padre que no mola, el que no es “hipster”, ni sabe lo que es, ni es joven, ni mucho menos emprendedor. El que se emociona  en la parada de los “Encants” al ver los muñecos, el que grita a todo el mundo emocionado que os quiere con locura, pero que también os grita a veces como un puto troll,  el que no es “echado pa lante”, el desastre en la cocina, el que cambia de ruta para no ir al parque, el que tiene los santos huevos de escribir sus miserias y las vuestras en un blog. Paciencia para el padre HUMANO con mayúsculas, el de los defectos, el del TOC, el que cada vez que miráis por una ventana se imagina automáticamente que os caéis y os hacéis papilla en el asfalto, el que mira con desprecio a otros padres “en blanco y negro” al ver como tratan a sus hijos en los parques de su barrio pero que él a veces se vuelve gris, el padre eterno Peter Pan, el que no sabe quién es ni a donde va, porque siempre que lo ha hecho ha perdido el mapa y entonces…se ha perdido por el camino.

Paciencia para el padre que lucha para que no os etiqueten y es el primero en hacerlo a veces, para el que hay días que huye literalmente sin más a comprar el pan, toallitas o lo que haga falta para que le de el aire y así de paso no convertirse en “Gollum”, “Ming, el cruel” o “Godzilla”. Paciencia para el del mal humor, para el que os da licencias en ocasiones delirantes para que no os enfadéis con él, para el que debería sonreír más y resoplar menos, para el que a veces se cree lo que dicen de vosotros gente que apenas os conoce.

Paciencia para el padre sin trabajo y que busca trabajo desesperadamente, para el que solo escribe de vosotros y que le encanta, pero que también sueña con escribir sobre caballos que vuelan, maquinas de café asesinas y amores imposibles. Para el que se empapa de apego, y lo olvida o lo pierde por el camino. Para el de las canas, el del pelo mal peinado y el de las cenas repletas de embutido y pan con tomate.  Para el que se ahoga en un vaso de agua pero de chupito, el que lucha por vosotros para que tengáis una educación que predomine lo emocional, y que éste en lo emocional es el jodido “Dragon Khan”. Para el que se llena la boca que tiene un blog de paternidad, y a menudo quiere coger el avión e irse a Wisconsin solo…para echaros de menos a los 5 minutos, para el que se pasa el día justificándoos, para el que no queda con otra gente con vosotros por miedo… por miedo a que se yo.

Paciencia…”solo” os pido paciencia. Bueno y por supuesto…os doy las gracias por aguantarme.

Os quiero.