SUPERHEROES

Le habré explicado los dichosos cuentos un montón de veces en el último año: «El origen de Batman» y «el origen de Superman». Sí, ni “3 cerditos”, ni “cenicientas”, ni “Patufets”, «se Siente», el papa es así.

De pequeño no entendía que el «2 caras» tuviese dos caras, ni  porque “El pingüino” era malo si era un pingüino como los de zoo y ellos son buenos, o porque Superman tenía 3 nombres? Kal-El, Clark Kent y Superman, o porque Catwoman con lo bonita y guapa que es ella… pues era tan y tan mala…

Con los meses se preguntaba el porqué de esa contundente coletilla a Superman de «el hombre de acero», por no hablar de la de Batman con ese grandilocuente “El caballero oscuro”, o  porque la Batcueva del Batman era tan oscura, o en que planta del “Daily Planet” trabajaba  Clark Kent, porque volaba Clark Kent sin tener disfraz cuando era joven, porque el Joker iba disfrazado de payaso, y sobre todo: Porque esos dos superhéroes con los «gallumbos» por fuera cuando vestían con disfraz y capa se llamaban de una manera y cuando lo hacían con la ropa de calle se llamaban  de otra manera? ¿Por qué? ¿Por qué?

Entonces llegó un día que me lo preguntó, sí… y casi me da un ataque al corazón: «Papá, porque Batman vuela si no tiene superpoderes»?

Entonces le estuve explicando durante media hora que Batman no tenía superpoderes porque desde muy pequeño todo lo que sabía y todo su poder se basaba en estudios, entrenamientos, perseverancia (que es perseverancia, papa?) y sobretodo en su flipante traje, el batmovil y todos sus “juguetes”, todo eso que no era poco…eran sus superpoderes . Me puso una cara que ni te cuento. Entonces le pregunté cuál era su superhéroe favorito, con el grandioso temor de que hubiera convertido al pobre Batman (sí, el superhéroe favorito de papá),  en el «loser» más «loser» de todos los superhéroes habidos y por haber:

«Pues todos papá, a mi me encantan todos».

Entonces allí, en la cálida y silenciosa noche de este verano que acaba de empezar, con la Vanessa durmiendo a Mario y con Martí gozando de un superhéroe oscuro que no tenía superpoderes, me pasaron por la cabeza  la cantidad de superhéroes anónimos que hay en este mundo que nunca tendrán aplausos, ni  capas, ni reconocimientos, ni mucho menos superpoderes o  la llave de la ciudad en manos del alcalde: Gracias a todos ellos por hacer de este mundo un poco mejor. Y entonces me di cuenta (si no lo había hecho ya), que  Martí se hace grande a un ritmo que me supera, y que pronto los «porque» no serán tan fáciles de responder, y  darán paso a otros temas más «grandes» (corre papá! corre!), pero sobre todo me dieron ganas de decirle a Martí que no, que Batman ya no era mi superhéroe favorito como él bien sabe…y ya desde hace mucho, mucho tiempo. Mi superhéroe favorito no tiene superpoderes, ni capa, ni un nombre que acaba en “man”, y si tiene algún “superpoder” es la de sacarme de quicio en un tiempo record y digno de Olimpiadas… pero tiene la mirada achinada más preciosa que nunca haya visto jamás.

Gracias pues a él también…por hacer de este mundo algo mucho, mucho mejor.