La música te anima, te consuela, te hace feliz, te abraza, te hace sentir…la música es vida. Por eso la amo, por eso intento ir siempre cogido de la mano de ella, y tengo la suerte que en la vida he estado rodeado de gente que amaban y aman la música, que la tocan, que la sienten y que la viven…
Estudié flauta, guitarra, fui a unas colonias de música que lo flipas…y estudié medio año de piano, me acuerdo del olor de aquella casa, de aquel precioso piano, de aquella profesora que se parecía a Frenchy de la peli “Grease”. Me acuerdo que aprendí a tocar el “Para Elisa” a una mano (a dos manos las pasaba putas, la verdad), me acuerdo de lo mal que se me daba el solfeo…y me acuerdo de lo bien que suena un piano…por Dios!!!
Pero entonces vinieron las malas notas, ya sabéis, el pequeño Carlitos en sus mundos extraños y delirantes y claro…las mates y la lengua que la estudie otro, ¿no? Y claro, llegaron las clases particulares con el gran Alfons, pero mis padres nunca fueron ricos, y tuvieron que renunciar a mis clases de piano….una pena.
Trabajé en un cine, y allí todos los porteros acomodadores no solo veían cine gratis, se peleaban con los clientes por el aire acondicionado o tonteaban con las clientas guiris (¡ojo, yo el primero!)…también eran músicos o amaban la música, y allí me impregnaron de su arte, de su amor, de su música…y mira tú por dónde que con un par de ellos formamos un grupo: “Acomodadores Violentos” (violentos porque estábamos hartos de ese curro, no porque nos dedicásemos a pegar a la gente), un servidor cantaba, o mejor dicho…imitaba a David Summers, no hicimos ningún bolo, pero nos divertimos mucho.
También hubo un tiempo que me compré un bajo, quería tocarlo y ser como John Deacon, que demonios, que molaba mucho tocar el bajo! Pero la falta de tiempo, de persistencia, de pasta, de que se yo…hizo que acabase vendiéndolo en un triste “cash converters”. No obstante, pasan los años, y aunque posiblemente siempre tenga una espinilla clavada por no poder tocar o practicar algún instrumento musical o imitar a David Summers (en serio, revisaros la discografía de los “Hombres G”, sobretodos los 3 últimos Cd’s), sigo amando la música, ya sea en forma de score de alguna peli, de grupo musical, clásica, lo que sea…
Entonces llega un día en que te dan una mala, muy mala noticia, de alguien que con un corazón inmenso, que dibujaba cómics como los ángeles y que había tenido muy mala suerte en el camino de la vida…pues se ha ido para siempre. Y tú no sabes que hacer…y crees que todo esto es muy injusto…vamos, una puta mierda.
Pasan los días, y una tarde, te acuerdas, que tienes el nuevo cuento/ c.d. musical de “The Pinker Tones”, el “Rolf y Flor en el círculo polar” y se lo lo pones a los pequeños, pero sabes que en el fondo…te lo estás poniendo a ti. Y entonces… te animas, y sonríes, y piensas que el bueno de David allí donde esté acabará el comic, porque David, lo acabarás, y será la bomba ya lo verás, hazme caso! Y entonces te das cuenta que la música lo ha vuelto a lograr, ha vuelto a echarte un cable, te ha vuelto a dar esperanza…y entonces bajas a la calle y no dejas de tararear la canción de “Aurora Boreal”!! Y te acuerdas de David, de su sonrisa, de sus enormes cómics, y también te acuerdas de los ensayos con el Johny y el punko, y del bajo vendido, de Daimoniel y su amor incondicional por su música (gracias amigo!), de “D.J.” Niño, de la música…porque la música es vida, y por supuesto los cómics de David….
Y vuelves a sonreír, y te acuerdas de cuando David te cambió aquel examen en dos partes en medio de la clase para copiarlo y a ti casi te da algo, y te acuerdas de los conciertos de M-Clan y la cara de la Vanessita (te acuerdas, Eli?)y sobretodo… te preguntas donde demonios estará esa profesora de piano que se parecía a Frenchy de “Grease” para darle las gracias no solo por ese medio año de piano, sino también por los miles de alumnos que habrá hecho feliz enseñándole a tocar el «Para Elisa»…empezando por mí.
Qué haríamos sin la música…. Creo que en mi caso, como en el tuyo, no poder respirar.
Tienes razón Pasuco a Pasuco…buff…yo no puedo vivir sin ella!
Muchos saludos! 🙂
seguro que hay algûn cassette de los acomodadores violentos por ahî que triunfarîa 😉
no sé si triunfaría mir, pero si lo hay por aquí, je,je
Saludos
Pues la música es mi asignatura pendiente desde que me convertí en mamá ¡con lo que yo he sido! Que me sé de memoria miles de canciones de los estilos más variados, y desde que nació mi bichilla es que no tengo ni idea de las canciones de moda. y lo peor ¡tampoco pongo las antiguas!
Que bueno!!! Oye pues nunca es tarde para volver a recuperar ese oído musical!!! 🙂 Seguro que tu bichilla estará encantada que le cantes esas canciones!!! 🙂
Saludos