Amigos, Crianza, Martí y Mario

AITANA

Aitana es una niña monísima de la clase de Martí, que un día le dijo un gran secreto (casi de Estado) a su madre: «Mamá, cuando sea grande … me casaré con el Martí! «.

Pero Martí, cuando nos habla de la Aitana… pues nos habla de que es su amiga…punto. Y es que en los temas de la escuela, Martí es muy suyo…y tan sólo en la oscura y tranquila noche de Sant Martí de Provensals, en la cama, cuando la churrería del Jose ha cerrado ya…sólo entonces Martí te explica las cosas, las que él quiere, y la mayoría de veces a su madre.

También nos enteramos que Aitana ha confesado a sus más íntimos, que de mayor se casará también con otro niño de la clase llamado Sergio, muy amigo precisamente de Martí, y entonces mi enfermiza y extrema imaginación convierte la entrañable clase de P3 de mi hijo llamada «Els tabalets», en un combate entre dos amigos rollo «pressing catch», «Street Fighter» o «Bola de dragón»: «kame hame ha! Aitana se casará conmigo! «Se gritarán los niños entre ellos, la escuela en ruinas, las maestras haciendo un» sálvese quien pueda «, los niños llorando, Aitana» flipando «…y vamos, directos al telediario, al apartado de “sucesos”.

Estas dudas diarias de la pequeña Aitana de con quien se casará cuando sea grande, me hacen recordar el día que me casé dos veces en unas colonias de EGB: primero con Marta, pero como nos casábamos en un lugar en el que casualmente había una cruz de madera en la casa de colonias y a mí todas estas cosas siempre me han dado mucho «yu-yu», pues cambié de lugar, bien y ya puestos de esposa, y entonces me casé con la Mireia, mi actual…vecina (lo juro, no es broma!).

Y entonces la profesora de Martí, nos cuenta una tarde el disgusto que ha tenido éste con su «amiga» Aitana al no querer sentarse ella a su lado, y lo mal que se lo ha tomado el pequeño (Sergio, acabaré contigo!! ejem, perdón), y es entonces cuando me doy cuenta de dos cosas: Mi chico se me hace grande a un ritmo trepidante y que se me escapa de las manos (como en aquellas pelis de acción americanas que acabas mareado y casi vomitando  en los títulos de crédito finales con tanta persecución de coche) y que parece que el amor, al igual que la bici azul, la piscina, «Bob esponja», los cuentos o el juego » el Doctor Dreadful «(un juego de pociones de golosinas muy» molón «), ya forma parte de su vida, y esto es sólo el principio…

El viaje del amor que le espera es apasionante, cruel, divertido, precioso, hermoso, eterno, triste, sincero…y entonces…pues entonces me acuerdo de Cristina de mi clase de «EGB», que era muy alta y muy guapa, pero con la que nunca pude bailar «el ball del fanalet», porque claro, en clase había chicos más guapos y sin orejas de «soplillo». O Ana, aquella chica rubia de la misma clase pero del otro colegio que me gustaba tanto (el Montseny antes tenía dos coles, el del Poblenou y el de La Verneda), y que un día ya crecidito decidí dejarle una colonia en el negocio de sus padres, y la llamé para quedar y todo, pero me dijo que tenía que estudiar, y claro, yo me lo creí (hay alguien en casa Mcfly ????). O de la Virginia, una chica también del otro cole que pasó fugazmente por allí (y por mi corazón) y con la que quise bailar desesperadamente  el » I just called to say I love you» de Steve Wonder de la banda sonora de «La mujer de rojo» (obra maestra absoluta de la historia del cine), pero el «D. J» (o mejor dicho el profe de turno), nunca puso la mítica «lenta» y yo me quedé con las ganas y con el trauma, joder,  todavía lo recuerdo!

También os podría hablar de cuando en BUP todo el mundo tenía pareja y yo no, así que empecé a pedirle para salir a una chica, y luego a otra, y luego a otra…estaba tan desesperado que perdí la cuenta (o mejor dicho, la chaveta) y al terminar el curso, la cesta de calabazas era la de todas las chicas de la clase. (En este momento podría salir Nelson de «Los Simpsons» riéndose y señalándome con el dedo con su mítico: «Ha! Ha!»).

En todos estos años son muchos los nombres que recuerdo, o mejor dicho, lo que recuerdo es: los ojos azules de Bárbara, los veranos con Ana, la sonrisa de Carmen, la amistad con Clàudia, las risas con Mari…y nombres, miradas, deseos, sueños, lágrimas…para finalizar, o mejor dicho, para empezar y vivir al máximo con mi compañera, mi filtro, mi amiga, mi pareja, mi guía, la madre de mis hijos…Vanessa, mi reina Amidala.

Todo el camino está lleno de amores, de momentos, besos, pero también de desamores, de lágrimas y de todo…me quedo con lo mejor, porque todas estas vivencias te hacen sentir, aprender, disfrutar y vivir…

El primer momento de este camino de mi hijo Martí…ha sido con Aitana.

Bienvenido al apasionante mundo del amor hijo.

Nosotros

 

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6 comentarios en “AITANA”

  1. ¡Vaya! Me recuerdas también a mi época del colegio y del instituto… ¡cuando me gustaban siempre tres o cuatro chicas a la vez! ¡Qué tiempos!

    Y recuerdo trabajando de monitor de campamentos, vivir de primera mano lo que cuentas: críos que se «hacían novios» por la mañana, y por la noche ya lo habían «dejado» y se habían hecho «novios o novias» de otro… Podían acostarse hechos polvo por una «ruptura», y al día siguiente estar como una rosa, de nuevo. Jajajaja…

    ¡Cómo crecen, nuestros cachorros! Un saludo, compadre…

  2. ¡Que rápido crecen! Yo recuerdo lo enamoradiza que era. Eso sí, era fiel a mi corazón. Cuando me gustaba un chico, me gustaba para siempre de los jamases. Recuerdo que en el cole, un niño que me gustaba me dio un beso en la mejilla. Cuando llegué a casa, se lo conté a mis padres con pelos y señales, diciéndoles que era el amor de mi vida. Y fue el amor de mi vida, hasta que se volvió a su país. Pues el chico era sueco, creo. jejejejejejejejejeje.
    Los amores de niños, son tan divertidos y tan bonitos.

    BESOTES

  3. Jajaja, el mío también se ha casado ya alguna vez! Y el año pasado la profesora le tuvo que separar de su novi en la «rotllana» porque no paraban de darse besos y hacer manitas. Jajaja.

  4. Que majos, ay pobre. Yo me acuerdo del primer novio que tuve en el cole…jejeje. Bueno, más bien fue al revés, el decía que era mi novio, y a mi que me daba igual, no le decía que no. Según me cuenta mi madre, lo primero que aprendió a escribir fue mi nombre…

    Mucha suerte al Martí en sus amoríos :):):)

    Besos desde China

  5. Yo, al primer chico al que gusté y que me intentó dar un beso en la oscuridad de la cabaña de sus amigos, le pegué un puñetazo…

    Creo que con esa, entre otras, me gané la fama de marimacho que me ha perseguido hasta que encontré a mi marido. Porque yo era muy tímida y los chicos que me gustaban apenas se dieron cuenta. Mis amigos se pensaban cosas raras…

  6. Yo también era muy de volver del cole con 4 o 5 novios nuevos ¡cada día! Qué triste ver que luego no he mantenido ese éxitazo en esto del ligoteo de por vida. ¡Ay, cómo se estropean los cuerpo! Yo le recomendaría a Ainara que no deje escapar a tu Martí, que seguro que es buena gente y serán felices juntitos.

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