PRONTO SERÉ UN GUARDIÁN…

Estoy preparado, feliz, a punto para el reto. Mañana cumple mi cuñada Marta…por lo tanto en breve mi sobrina Alexandra verá la luz de este apasionante y a la vez extraño mundo…
Hace unos meses al ver esa maravilla animada llamada «El origen de los guardianes» hice  un escrito  donde hablaba del film y le pedía a Alex y a Marta  si podía ser el guardián de su pequeña Alexandra. No, no puedo cambiar el clima con un bastón como Jack Escarcha, ni reparto juguetes como Norte a todos los niños del mundo en Navidad,  tampoco preparo los huevos de pascua como el conejo Bunny, ni tampoco creo sueños bonitos a los niños mientras duermen como Sandman o  recojo dientes de debajo las almohadas como las hadas de los dientes…
No tengo ningún poder o don que yo sepa…volar? me da que no…invisibilidad? buff..tampoco! inmortalidad? magia infinita? fuerza suprema? velocidad a lo Carl Lewis? convertir piedras en maravillosos caballos?  No y 1000 veces no! Aix…así que cómo guardián de Alexandra y la responsabilidad que eso conlleva, debía buscar mi origen, como hace Jack Escarcha en la película.

Estuve días y semanas buscando mi origen. Busque entre mis fotos antiguas,  en mis videos «VHS» familiares, en mis cómics del Tintin, en mis estuches metálicos y de tela llenos de rotuladores despuntados y secos, en mis cuadernos de «E.G.B»…y entonces, de entre un álbum de cromos de Danone del «Jacky y Nuca» (el bosque Tallac) cayó una especie de carta extraña, algo así como una carta de rol, de «magic» o que sé yo. En la carta salía  una foto mía con 9 o 10 años, la camiseta del Barça mega-antigua, mi entrañable peinado de Bernd Schuster y bebiendo un Cacaolat…detrás de la carta ponía a boli y a letra muy mala:

Nombre: Carlos

Apodo: «Escu»

Aldea: «La Verneda»

Poder o don: Poner las voces de los animales del cuento «El grúfalo» a la perfección y contar un millón de cuentos sin pestañear.

No podía creerlo!! Sí, tenía un don, tenía un poder! Está bien, quizás no era un poder apabullante, brutal, espectacular, y posiblemente si aquello era una carta para luchar contra otros niños, hubiese perdido a la primera de cambios…sin embargo, eso de ponerle voces a todos los animales del cuento de «El grúfalo» y contar millones de cuentos…me apasionó, me apasionaba y me apasiona…ah, y sin pestañear!!!!  Me encanta mi don, me encanta mi poder…y si también pudiese volar….pues ni te cuento. 😉

En breve seré un guardián, el guardián de Alexandra, una niña que pongo la mano en el fuego que será muy, pero que muy feliz por muchas razones: Por tener unos padres maravillosos, por tener una familia maravillosa y porque siempre que venga el coco, el monstruo del armario, o el fantasma del pozo….ahí estará su guardián para protegerla…para siempre.