Hubo un tiempo en el que es escribe no era padre, era un chaval «veintiañero» con pájaros en la cabeza (al igual que ahora), y que se pasaba el día cortando entradas en un cine y coleccionando negativas de chicas a diestro y siniestro. Y estaba tan en la parra que cometí la osadía de pedirle a mis amigos David y Montse que me hicieran padrino de su futura hija que iba a nacer: Noa. Lo sé, feo…no feo…horrible, horrible porqué la decisión de los padrinos es algo a mi entender importante, delicado de escoger para los papás y en la que después todo el mundo va a opinar, si a eso le añades a un pesado como yo preguntándolo cada día…pues imaginaos que papelón para los padres. Sin embargo contra todo pronóstico, me hicieron padrino y yo me puse muy pero que muy feliz, pero no contento con todo aquello, seguí con mi empanada general…empezando con mis «caprichitos», y es que David y Montse siempre me regalaban el video-juego de fútbol «Pro Evolution Soccer», sabían que me encantaba, sin embargo un día con el «Pro» ya en mi poder vi en su casa un juego llamado «Sing Star» que enseguida me entusiasmó. Era un karaoke en toda regla y claro, a mi los karaokes ahora que nadie me lee…me encantan, así que al ver David y Montse lo que aparentemente me gustó el juego, me preguntaron si lo quería para reyes o para mi cumpleaños. Y digo aparentemente porqué si que en un momento me hizo gracia el juego… pero quizás no lo suficiente. Y es que sabiendo lo caprichoso que era el «niño», los santos papás de Noa insistieron si realmente jugaría con ese juego, y yo «que sí, que sí, como mola el «Sing Star!». .Así que me lo regalaron, pasaron los meses, empezamos a jugar un día en su casa, sonó la primera canción (creo que era de Rihana), y no me sabía ni el maldito estribillo. Se mascaba la tragedia….parece que el padrino se había encaprichado de algo otra vez….
No contento con todo aquello, seguí con mis pájaros, pero esta vez con mi ahijada Noa, me explico: he llegado a la conclusión que cuando no eres padre, careces de una sensibilidad, entendimiento, empatía, en fin, no sabría como definirlo, hacia todo lo referente a la paternidad, no me refiero los niños ni mucho menos, sino a todo lo que significa en sí ser padre. Entonces los padres de Noa o de otro niño te cuentas su vivencias, sus sentimientos o experiencias y la mayoría de veces te suena todo a chino, como si te hablaran de las tradiciones en Groenlandia o de la vida sexual del oso hormiguero. Haces tu media sonrisa y aparentas que entiendes lo que te están contando sin entender absolutamente nada.
En mi caso fue peor, ya que se juntó aquella falta de empatía hacia el mundo de los padres con mi flamante época de coleccionar excusas de chicas a mis pretensiones amorosas, y si para postres a eso le añades mi personalidad mas bien distraída…. el resultado puede llegar a ser realmente desastroso.
Y es que David y Montse me vieron tan perdido, me vieron tan poco atento con ellos y sobretodo con Noa, que no sabían como decirme que me pusiese las pilas, llegando a mi punto más bajo y desastroso el día que llegue a su casa tarde sin avisar y sin tener en cuenta la siesta de Noa , y la pobre Montse manteniendo a la pequeña despierta para que yo la pudiera ver. Llegué tan tarde y sin avisar, que me metió una de esas broncas que creo que recordaré cuando sea abuelo mientras esté viendo las obras del Ave (si, aun no habrán acabado). Me señaló a la pequeña y adormecida Noa y sentenció con su mítica frase: «Mírala pobrecilla sin dormir, esperando al «padrinet!!!».
«El padrinet»….buff…ese soy yo. Y esta vez si que había tocado fondo. Tanto que al pasar los meses, David sin saber ya que hacer para que entendiera de una vez por todas que era ser padres y que era ser padrino, me dijo: » a ver si nos entendemos….queremos que la Noa sea para ti un «Pro Evolution Soccer», no un «Sing Star, me explico?».
Os imagináis la desesperación de esos padres para decirmelo con ese ejemplo? os imagináis la extrema tonteria que llevaba encima? Sí, ahora nos reímos mucho de aquellos días, incluso imito yo la escena poniendo voz del David y todo, y la verdad es que la comparación del «Pro Evolution Soccer» es buenísima…pero he de reconocer que tuvieron una paciencia de santo conmigo, la verdad. Y es por eso que puedo entender que la gente, cuando hablo de que si el Martí esto o el Mario lo otro, me ponga esas caras raras, y me miren con media sonrisa haciendo el «aha» sin saber de que demonios estoy hablando, porque yo no solo no he sido antes un «no padre», he sido un «no padre en la parra y con el puente aéreo directo a la luna».
Lo mejor de todo es que con el tiempo, estuve menos en la parra, me hicieron padrino de su segunda hija Dana y les han encantado todas las monas que les he traído (incluida aquella delirante que las niñas me pidieron el muñeco del Garfield, yo no lo encontré y llené la mona de todo tipo de muñecos sin sentido….aix este Padrinet). Pero sin duda lo mejor todo, es que por fin sé que es lo que me explicaban aquellos años el David y la Montse, ya entiendo por fin lo que vivieron y como lo sintieron, así que solo puedo darles las gracias por dos cosas: Primero por aguantar mis patinadas y segundo por hacerme padrino de dos maravillosas niñas de las que cada día aprendo más cosas de ellas, «El Padrinet» os quiere chicas.