MI PADRE

Hubo un día hace años, que después de estar un buen rato despistado…despistado en mi mundo, me di cuenta que no estaba contento con mi padre. Sentía como que en muchas cosas se había equivocado, por ejemplo referente a mi educación, en nuestra relación, en momentos de cambios… y entonces en ocasiones, le echaba la culpa a él de mis decisiones equivocadas, miedos o carencias, cargándole el muerto  por activa y por pasiva. Pero entonces pasaron unos años…y el padre fui yo, y pasé de ser un hijo descontento con su padre a ser un padre temeroso por su hijo y también todo sea dicho, a ser un padre despistado en su mundo(eso de que las personas no cambian nunca es una verdad como un templo), pero con la suficiente percepción y sentido común para darme cuenta al pasar unos días del nacimiento de mi hijo Martí, lo injusto que había sido con mi padre, y llegando a la conclusión que ser padre era relativamente sencillo, lo complicado, difícil y admirable era ser un BUEN padre…y entonces pensé: «que demonios! Mi padre es un buen padre!» Y es que cuando eres padre, no solo comes huevos, sino que además tu percepción ante la vida se agranda, se hace más sensible, directa.

Seamos realistas, mi padre tiene sus cosas, al igual que las tengo yo, y al igual que las tuvo su padre, por la sencilla razón que cada padre lo hace lo mejor que sabe, lo mejor que puede y es que el padre perfecto no existe. Es ahí donde creo que los padres jugamos un papel esencial, en potenciar y darlo todo con nuestros hijos en aquellos aspectos que a nuestro entender, creemos que podían haber ido un poco mejor con nuestros padres. Estoy seguro que mi padre lo hizo conmigo, yo lo hago con Martí y Mario y ellos lo harán con sus respectivos hijos.

Mi padre es una persona cariñosa, educada, divertida, irónica y muy, muy luchadora. Es una persona que lleva años sufriendo…sufriendo por mi, por mis estudios, por mi presente y futuro, por mis valores, por que sea feliz, siendo yo inconsciente a todo y despistado…despistado en mi mundo. Os diré más: gracias a él soy la persona que soy, una persona con cierta tranquilidad, soñando siempre despierto y con la suerte de poder sonreír en momentos que quizás sin él no hubiese podido. Gracias a él encontré el camino de mi pasión por escribir y lo más importante, he encontrado mi lugar en este mundo. Gracias a él he visitado un montón de sitios, ciudades, campings, he viajado muchísimo …gracias a él adoro y casi me emociono cada vez que en medio de un viaje, piso una área de servicio. También gracias a él amo el cine, amo «Los Gremlins»,» Los Goonies» y» Los cazafantasmas», además me encanta la música y también gracias a él, sé quienes son «John and Vangelis», Eric Clapton y sé que Wings no solo es uno de mis grupos favoritos, sino que además en él toca y canta Paul McCartney. Gracias a él los domingos tarde en el coche eran geniales, con su banda sonora hermosa y exquisita, fuese «The  Police», Joaquin Sabina, la banda sonora de «Blade Runner» o «el carrusel deportivo». Y lo que más me encanta, lo que más le agradezco: Gracias a él, mi hijo Martí sabe lo apasionante que es ponerle voces a los muñecos, lo genial que es dibujar cualquier cosa en una libreta, la infinidad de cuentos que existen en este mundo o lo divertido que es andar encima de mis pies por toda la casa entre otras cosas.

Por todo esto y mucho más  estoy contento por tener el padre que tengo y entonces me viene a la memoria  la época en la que me levantaba muy pronto para ir al trabajo y observaba la ventana de su casa desde la parada del bus, y viendo como estaban las luces apagadas y observando que  mis padres estaban aun durmiendo pensaba: «genial siguen durmiendo!! ahora me toca a mi levantarme temprano».

Este escrito era mi pequeño regalo para el «día del padre», pero estoy seguro que a mi padre no le sabrá mal que se lo haya regalado un Lunes cualquiera como hoy, ya me conoce lo despistado que soy…despistado en mi mundo.